No, no voy a escribir sobre datos económicos ni creación de empleo. Desafortunadamente esa expresión ha caído en la mayor de las desgracias al relacionarse con cierta situación política reciente que creo casi todos conocéis.
Confianza. Confianza y amistad como valor añadido. Qué fácil es mencionar esas palabras; qué difícil tenerlas y mantenerlas.
Precisamente ayer elucubrando (como en casi todos nuestros encuentros) con mi amigo Felipe hablábamos sobre este concepto. Confianza como un «creo en ti» pleno y completo, pese a no ser expresado explícitamente. Y es que como bien decía mi amiga Amaia: «el movimiento se demuestra andando», se ha de demostrar con hechos.
Siempre me ha sorprendido su plena confianza en mí, en querer ayudarme desinteresadamente y que forme parte (aunque sea mínimamente) de casi todos los proyectos que inicia. Puedo explicarle lo que quiera (aunque nos solemos entender con pocas palabras). No me va a juzgar; de hecho nunca lo ha hecho. Yo tampoco a él. Puedo considerarle a día de hoy y sin dudarlo un momento uno de mis mejores amigos.
No soy la única persona con la que ejerce esa generosidad hacia los demás; precisamente la conversación surgió a raíz de la confianza que tiene en un amigo mutuo; otra persona sumamente generosa por cierto, que me ha dado la oportunidad de leer el borrador de la autobiografía que está escribiendo.
¿Cuántas veces nos han mostrado y demostrado que creen en nosotros sin que ello supusiera una carga moral y/o emocional?
Esos son mis brotes verdes. Esos pequeños detalles que te van dando ilusión, vida y alguna sonrisa al acordarme de estos momentos.
Quisiera pensar que a todos aquellos que me rodean y saben que les aprecio, mis acciones expresan y demuestran: «creo en ti», porque es así.
Es magnífico, Pilar. Confianza. Nos falta confianza. Primero, en nosotros mismos (y te lo he dicho muchas veces aunque a menuno yo tampoco me lo aplico) y luego en los demás, especialmente, y como dices en el post, en aquellos que creen en tí, que te aprecian y te reafirman como persona. «Quisiera pensar que a todos aquellos que me rodean y saben que les aprecio, mis acciones expressan y demuestran ‘creo en ti'». Pues eso. Creo en ti tanto como tu en mi. Esos brotes verdes siempre hacen falta. Sin confianza no hay ninguna clase de crecimiento.
Me ha gustado mucho. Felicitades.
Muchísimas gracias Marisol!
Ya sabes que nos cuesta cumplir con lo que predicamos; y tienes razón, me has dicho muchas veces que tenga más confianza en mí misma. Es un proceso, muy lento, pero en ello estamos.
Un besazo enorme reina meva.
Gracias a ti y, por favor, sigue escribiendo cosas así.
¡Qué importante es que confíen en ti! Cuánta razón! Siempre. Cuando estás de bajón y cuando estás a tope. ¿Lo has clasificado como «ñoñerías varias»? Ni mucho menos. ¡Hablar más de confianza y de felicidad es lo que nos hace falta! Gracias por hacerlo y no rebajarte a hablar de economía…
(con este post culmino una excursión extensa por tu blog. Simplemente, felicidades. Me encanta lo que dices y como lo dices)
Yvan, tal y como te he respondido en los otros dos comentarios: gracias, gracias de corazón. Como mínimo, por la paciencia de visitar todo el blog (y leerlo!) 😉
Para mí, cualquier tema que me suponga remover sentimientos está clasificado en ñoñerías; recuerda: ya no está de moda hablar de sentimientos (valga la rebuznancia)…
Petonets mil.
¡Abandonaditos nos tenias Pilar!
Y reconozno que no es que esté, es que soy «demodé». En unas circunstancias que nos tocan vivrir que son la sinrazón. ¿A qué nos agarramos para seguir tirando y empujando? Púes justo esa personas a las que te refieres en la entrada. A los que confían, a los amigos, esos que son nuestros amigos, a pesar de nosotros. Los que siempre, siempre, están ahí. Los que te dan aliento. Y eso, son sentimientos. Sensaciones. Después se racionaliza. ¡Seamos ñoños! Tengamos sentimientos. Los sentimientos dan calor. ¡Incendiemos las calles!
Cierto Pepe, os tenía abandonados; pero si es que no se tienen ganas o inspiración para escribir, mejor no hacerlo ¿verdad?
Gracias por tu comentario, siempre tan atento conmigo; y sobre todo: no me provoques al personal! 😀
Buena entarda Pilar!
Hace poco alguien me comentaba, quejandose de que solo tenía una persona en la que poder confiar y yo, nada extrañada le di la enhorabuena, porque yo creo que en la vida, aunque confies en muchas personas, no todas lo hacen de manera plena y sana.